Jaulagrande. Guadalupe Faraj
Confieso que no le tenía mucha fe a este libro: no me atraen demasiado las distopías, especialmente porque me dan miedo; suelen asemejarse a las novelas de terror, ese que sospechás que se puede volver realidad.
Sin embargo y pese a que tiene un ritmo tranquilo hay tramos de vértigo. Faraj hilvana un mundo con lógicas distintas pero con reminiscencias del actual y tuvo la virtud de llevarme por sus vericuetos con mucha pericia.
Resultó atrapante.
Guadalupe Faraj. Jaulagrande. Fiordo, 2021
Sinopsis de la editorial
«Jaulagrande. Nadie quiere ir». Esta es la sentencia con la que arranca Jaulagrande. Y allí van, sin embargo, sus protagonistas: un militar que ha perdido el honor, su esposa, harta de años de lealtad, y un hijo al borde de la adolescencia para quien el mundo es ante todo una gran pregunta.
Jaulagrande es una base militar en la que el sol se apaga, los gansos rejuvenecen al comer basura y cada quien encuentra su destino, aun si ese destino no es más que un punto final. Lo que sucede allí escapa a los convencionalismos, pero está atado a leyes tácitas que con extrema destreza Guadalupe Faraj logra establecer como otra lógica posible. De atmósfera espesa y un ritmo al que no le sobra ni le falta nada, Jaulagrande es una novela aguda, tierna, exacta y, sobre todo, penetrante.
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