Melvill. Rodrigo Fresán


¿Hay algún libro de Rodrigo Fresán que no me produzca extrañeza al comenzar y me deje completamente fascinada al terminar? Ni uno solo. 

Encuentro en Melvill todas las obsesiones de Fresán, pero me quedo con tres predominantes: la muerte (que viven los sobrevivientes), los escritores (excritores) y los lectores. 

En sus ya legendarios agradecimientos cuenta que esta novela interrumpió la escritura de cuatro libros. No puedo más que esperarlos.























Rodrigo Fresán. Melvill. Random House, 2022

Sinopsis de la editorial:
Regístrese y archívese, aunque se prefiera no hacerlo: Es la noche del 10 de diciembre de 1831 y Allan Melvill cruza a pie el congelado río Hudson.
A partir de las figuras de Herman Melville y de su padre Allan Melvill —surcando días de infancia junto al lecho de un alucinado y noches de escritor crepuscular que ya no empuña pluma ni arpón— Melvill sale a la caza del enigma de la siempre huérfana vocación literaria, del legado del estigma familiar, de los navegantes de la ficción y de los náufragos de la realidad.


0 comentarios:

Efectos personales. Marina Mariasch

Supongamos que este es un libro sobre el suicidio de la madre de la autora. Bien: es una lectura. Pero como los libros son de quien los lee, también para mí fue poder poner palabras casi un año después a mi propio duelo. 

Entonces es igualmente un libro sobre cómo se desanudan los dolores: con gritos, con llantos pero además con muecas irónicas, con carcajadas. 

Marina Mariasch escribió una biografía de su pena que es brutal pero inmensamente bella, que deja decenas de frases subrayadas que expresan sentires que hasta ahora no podía nombrar. 




















Marina Mariasch. Efectos personales. Emecé, 2022

Sinopsis de la editorial:
En su cumpleaños, una madre discute con su hija mayor por unos saquitos de té. La hija se va de la casa pegando un portazo. Es la última vez que se ven. Unos días después, la madre se arroja al vacío desde el cuarto de un hotel céntrico en Buenos Aires.
Este libro es una exploración literaria y a la vez visceral de ese suicidio. Más que preguntarse por qué, la hija y narradora recrea el antes y el después, las reacciones dentro y fuera de la familia, la trama de las relaciones, la noción del amor, el trauma y las estrategias para lidiar con él. En un mundo donde las apariencias priman, las convenciones son ampliamente aceptadas y parece haber amplias posibilidades, las mujeres viven y sufren mientras los hombres parecen circular como fantasmas. Es un mundo en el cual lo que se veía de un modo se ve de otro a través del prisma de ese pasaje al acto prolijo y planificado, que nadie podía imaginar.
Efectos personales ensaya con materiales autobiográficos la manera de componer una novela para lo que no tiene palabras.
Como una detective en carne viva, como una poeta del absurdo, Marina Mariasch recurre a una escritura bella y filosa para unir los fragmentos dislocados de una historia que es, en gran medida, un grito ante una tumba mal cerrada.

0 comentarios:

Ayer. Agota Kristof


¿Se puede aprender a vivir? Esta es una de las preguntas que recorre esta imprescindible nouvelle de Agota Kristof. Desarraigo, lenguaje, agobio, amor, hastío, soledad, guerra, guerra, guerra impregnan estas poco más de 100 páginas. 

Ayer es también una novela de la espera para aprender a vivir con lo que Sándor añora y con todo lo que se le escapó y se le sigue yendo.




Agota Kristof. Ayer. Libros del Asteroide, 2021 (1995)

Sinopsis de la editorial:

Sándor Lester, exiliado en una fría ciudad europea, lleva una vida solitaria y monótona. Inmerso en una rutina alienante en la fábrica de relojes donde trabaja, pasa sus ratos libres escribiendo, frecuentando a gente en su misma situación o en compañía de Yolande, una mujer a la que no ama. Un día conoce a Line, una nueva empleada de la fábrica que procede de su mismo país. Aunque está casada y tiene una hija de corta edad, Sándor se enamorará de la recién llegada y entre los dos surgirá un vínculo tan íntimo y esencial como doloroso y destructivo.
Al igual que su famosa trilogía Claus y Lucas, esta novela contiene ecos de la propia biografía de Agota Kristof, escritora húngara refugiada en Suiza. En ella utiliza una prosa perfectamente depurada, precisa y despersonalizada con la que crea una penetrante y perturbadora atmósfera para retratar las miserias y crueldades del mundo contemporáneo. Lúcida e impactante, Ayer es sin duda una de las mejores obras de la autora.

0 comentarios:

El cuerpo es quien recuerda. Paula Puebla


Entrar a este libro da escozor. Cuando leí y luego vi El cuento de la criada había tenido esa sensación de que, ubicada en un futuro indeterminado, lo relatado era posible pero algo distante al menos por estas partes del mundo: mujeres obligadas a parir para entregar a sus hijes a las familias más poderosas de un régimen religioso/dictatorial. En El cuerpo es quien recuerda algunas mujeres gestan pibis obligadas por el capitalismo para entregarlos a quienes pueden pagar. No es distópico, está ocurriendo. Lo vimos en parejas argentinas varadas en Ucrania con bebés paridos por ucranianas hace algunos meses.

La primera y segunda parte del libro son las que más inquietud me produjeron. La investigación de Rita sobre lo que rodea a las clínicas de subrogación da escalofríos. El personaje de Nadiya, su útero destrozado, su conciencia de clase, sus nuevos deseos conmueven. Victoria en cambio es una fiel representante de los 90, de la crisis del 2001 y de la cultura individualista de entonces.

Todo eso tiene esta novela que además mira con cierta ironía ciertas imposturas feministas, se ríe y hace reír de las frágiles masculinidades de algunos pero verdaderamente te deja conmocionada.















Paula Puebla. El cuerpo es quien recuerda. Tusquets, 2022

Sinopsis de la editorial:
Rita es joven y rica, pero la acecha una obsesión: su origen. Nadiya lleva una vida pariendo bebés en Ucrania, que serán criados por otras familias alrededor del mundo. Victoria, exmodelo famosa, no soporta el paso del tiempo y la presión de lo que calla. Unidas pero en soledad, las voces de estas tres mujeres reflejan distintas maneras de llevar adelante existencias disconformes. De fondo, la crisis de 2001 como epílogo de la Argentina de los años noventa nos plantea cuánto de toda esa excentricidad y decadencia aún permanece vigente.
Paula Puebla no deja nada librado al azar. Con una escritura inteligente y audaz, que se aleja de la corrección política, abre preguntas sobre temas como la maternidad, la subrogación de vientres, los límites del cuerpo, la identidad y los mandatos de clase. Sobrevivientes de un mismo sistema, sus personajes exploran miserias propias y meten el dedo en llagas ajenas. Así como lo hizo en Una vida en presente, Puebla aborda, con herramientas de la ficción, temas sensibles de los que nadie sale indemne y que se elige evitar.

 

0 comentarios: