Me alegro de que mi madre haya muerto. Jennette McCurdy


Ufff. Yo también me alegro de que la madre de Jennette haya muerto. 

Jennette estaba "destinada" a cumplir el sueño de su madre: ser actriz. Para ello, en su niñez se exacerbó el deseo que casi todas tenemos: queremos ser amadas por nuestra mamá y haríamos cualquier cosa por lograrlo. Jennette entonces se dejó teñir el pelo y las pestañas para ser más rubia, hizo innumerables dietas, especialmente cuando entraba en la pubertad y su cuerpo dejaba de ser el de una nena. Debió soportar que su madre la bañara (y revisara su cuerpo) hasta que tenía unos 18 años. Debió actuar y ser famosa durante muchos años. Fue anoréxica y después bulímica. Se atosigó con alcohol cuando la madre no la veía. Y cuando estaba moribunda le dio como ofrenda haber llegado a los 40 kilos. Y cuando murió cayó en un pozo muy profundo hasta que con ayuda de terapias pudo salir y alegrarse de que su madre muriera. 

De nuevo: Uffff. Jennette dejó la actuación, dejó de cantar e hizo lo que tantas sienten como liberador: escribir. Y así llega a este libro que es terrible pero que no deja de tener algunos toques de humor que permiten respirar entre la bronca y la compasión. 














Jennette McCurdy. Me alegro de que mi madre haya muerto. Tendencias, 2023

Sinopsis de la editorial:

Jennette tenia seis años cuando fue a su primera audición. El sueño de su madre era que su única hija fuera una estrella, y Jennette estaba dispuesta a todo para hacerla feliz. Acepto su plan de 'restricción de calorías', que consistía en comer poco y pesarse cinco veces al día. Soportó sus maquillajes y reproches: 'Tus pestañas son invisibles, vale? Crees que Dakota Fanning no se tiñe las suyas?' Su madre la bañó hasta los dieciséis años, y, como si fuera poco, también se vio obligada a compartir con ella sus diarios, su correo electrónico y todos sus ingresos.
En Me alegro de que mi madre haya muerto, Jennette relata todo lo que sucedió cuando su sueño finalmente se hizo realidad. Seleccionada para participar en una serie de Nickelodeon llamada iCarly, se ve lanzada a la fama. Aunque su madre está extasiada, contesta los mails de los fans y llama a los paparazzi por su nombre de pila (Hola, Gale!), Jennette se siente llena de ansiedad, vergüenza y autodesprecio, lo que se manifiesta en trastornos alimentarios, adicciones y relaciones tóxicas. Los problemas empeoran cuando, tras aceptar el papel principal junto a Ariana Grande en Sam & Cat, el spinoff de iCarly, su madre muere de cáncer. Finalmente, después de descubrir la terapia y dejar la actuación, Jennette se embarca en su propia recuperación y decide, por primera vez en su vida, hacer lo que quiere.
Contada con humor negro y una franqueza refrescante, Me alegro de que mi madre haya muerto es una inspiradora historia de resiliencia, independencia, y la alegría que proporciona lavarse el pelo una misma.

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