Buenos días, guapa. Maxie Wander


En el prólogo se habla sobre el poder sanador del relato: en estos 19 relatos (y un epílogo sobresaliente de Chirsta Wolf) 40 años atrás hablaron otras tantas mujeres de la República Democrática Alemana. Distintas edades, diversas condiciones sociales, diferentes grados de compromiso con el régimen soviético, si bien no se lee ningún desacuerdo.

¿Hay un denominador común? La lucha cotidiana y casi siempre invisible contra un sistema frente al que estas mujeres se rebelaban aún sin saberlo, tal vez sin conocer su nombre: el patriarcado.

Es bien interesante lo liberadas que estaban estas mujeres y el grado de protección que tenían. Se habla de orgasmos, de la píldora, del aborto. Y de la insatisfacción. De la incomodidad masculina frente a todo eso. En ese sentido, el Epílogo es de una actualidad aplastante. Da hasta miedo.

También está Maxie Wander, escuchando, editando, armando el puzzle con una sensibilidad y maestría que dan envidia. ¿Serán casuales esas características también en otra mujer del Este, Svetlana Alexiévich?


ROSI: LA CASA EN LA QUE VIVO. Treinta y dos años, secretaria, una hija, casada




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DORIS: SOY ALGUIEN. Treinta años, maestra de primaria, un hijo, casada




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BÁRBARA: ¡MIRAD, AQUÍ TAMBIÉN HAY UNA! Veintitrés años, grafista, soltera
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RUTH: ESPERANDO EL MILAGRO. Veintidós años, camarera, un hijo, soltera




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PETRA (HERMANA DE SUSANNE): MIEDO AL AMOR. Dieciocho años, recién terminado el bachillerato, cuatro hermanos; padre obrero, madre educadora en una guardería


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SUSANNE (HERMANA DE PETRA): CENTRAL NUCLEAR Y DELFINES. Dieciséis años, alumna de décimo curso, la menor de cinco hermanos



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UTE: FAMILIA EXTENSA.
Veinticuatro años, obrera especializada, un hijo, soltera


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ANGELA: DEJA, HIJA MÍA, YA LO HACEMOS NOSOTROS. Veintiún años, bibliotecaria, hija única, madre ama de casa, padre farmacéutico


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GABI: EL MUNDO CON LOS OJOS DEL ABUELO. Dieciséis años, alumna de décimo curso


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CHRISTL: NO PUE SER, PUES NO EXISTE. Veintiocho años, vendedora, casada, tres hijo



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GUDRUN: QUE AÚN PODÍAN LUCHAR. Vieciocho años, alumna de bachillerato, dos hermanos

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KATJA: LAS FIABLES Y LOS GENIOS. Treinta y cuatro años, médico, una hija, separada

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STEFFI: PAN Y CAVIAR. Treinta y siete años, ama de casa, un hijo del primer matrimonio, casada




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ERIKA: MARX Y SCHEHEREZADE. Cuarenta y un años, asistente de escena, dos hijos, separada




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LENA: DEJAR QUE AVANCE EL BARCO Y MIRAR EL SOL. Cuarenta y tres años, docente, tres hijos, casada




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MARGOT: MANDRÁGORA, O LA VIDA NO VIVIDA. Cuarenta y seis años, científica, dos hijos, casada

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KAROLINE: EL TEJADO DE COBRE. Cuarenta y siete años, asistente juvenil/directora de cuadros, cinco hijos, casada


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BERTA: LA ABUELA. Setenta y cuatro años, un hijo, casada


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JULIA: VISITANDO A GOETHE. Noventa y dos años, dos hijas, varios nietos

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EPÍLOGO. Christa Wolf




Maxie Wander. Buenos días, guapa. Errata naturae, 2017 (1977)

Resumen de la editorial:
«Me interesa cómo viven su historia las mujeres, cómo se imaginan sus historias. Quizá este libro haya surgido sólo porque yo quise escuchar». A mediados de los años setenta, Maxie Wander se reúne, una a una, con diecinueve mujeres y conversa con ellas, las escucha atentamente. «Lo decisivo para mí cuando empecé este proyecto era si una mujer tenía las ganas o el valor de contar cosas de sí misma». Wander —hasta entonces escritora, secretaria, reportera y fotógrafa— se hizo famosa instantáneamente al publicar este extraordinario libro sobre la vida de las mujeres de su país. No sólo cómo eran aquellas vidas, sino cómo hubiesen querido que fuese cada una de ellas: con qué soñaban, qué deseaban y qué tenían que soportar día a día. Sus respuestas trazan un mapa fascinante. Publicado en la República Democrática Alemana en 1977, fue desde el momento mismo de su publicación un libro de culto en ambas Alemanias y vendió millones de ejemplares: nunca antes se había publicado un texto semejante: lo que aquí se cuenta no se había contado nunca de este modo, y, sorprendentemente, sigue siendo muy actual. Palabra de mujer.

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