Sangre fashion. María Inés Krimer
Cierre, por ahora supongo, de la trilogía protagonizada por la detective Ruth Epelbaum. Una investigadora fuera de los estereotipos: no es una mujer fatal, tiene más de 50, y aunque desea, pocas veces concreta.
En esta novela se mete en el mundo de la moda para terminar (oh sorpresa) en los talleres clandestinos donde cientos de bolivianos principalmente son esclavizados.
Entretenida.
3,5/5🎗
María Inés Krimer. Sangre fashion. Aquilina, 2015
Sinopsis de la editorial:
Esta novela, el tercer caso que le cae entre manos a la siempre lista Ruth Epelbaum -investigadora de cincuenta y pico, nunca taxi y todavía en carrera-, empieza con un sangriento desfile de modas y termina en otro que quién sabe. Entre los dos eventos hay dos asesinatos por lo menos, un suicidio comprobado y una muerte acaso accidental. Un verdadero desfile de figuración paqueta: Barrio Norte, alta costura, bajos instintos y hasta una par de modelos mellizas altas y tan frágiles como peligrosas, listas para el crimen. Y eso sólo para empezar.
La prosa de María Inés Krimer está cada vez más filosa. Su primera persona ha crecido en densidad: lo que dice, hace y piensa Ruth es orgánico, no adjetivo. El verano en Buenos Aires no es un contexto: se respira. La ropa, los olores, el piso o el baño, todo significa sin necesidad de ser subrayado. En una novela breve, sin la mínima morosidad, sin grasa para desechar, pasa tanto en tantos lugares y ambientes y se implican tantos personajes que parece imposible lo que Krimer consigue: la profundidad con el mero esbozo, el carácter entero con un simple escorzo. Así, esta tercera novela no es la vencida sino la mejor. La archivista decodificada, tan mina todo terreno como no hay otra en el policial argentino, está cada vez más creíble y querible. Conceptos que van juntos.
En Sangre fashion, Krimer sube la apuesta y hace más posible y necesario cruzarnos con Ruth en la calle. Qué más.
Juan Sasturain
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