Tengo miedo torero. Pedro Lemebel


No puedo amar más a los chilenos que leí últimamente, tan distintos pero tan conmovedores en sus historias, en sus prosas, en sus personajes.

Reeditada después del éxito de la película homónima que se estrenó hace un año, esta novela que cumple 20 años nos lleva al Chile de 1986 y a la historia de amor (sí, de amor) entre la Loca del Frente y Carlos. Ella, un homosexual, una vieja travesti, con su historia de miserias, discriminaciones, abandonos y violencias encima; teatral, dramática, entrañable. Él, integrante de un movimiento revolucionario que atenta fallidamente contra la vida de Pinochet; varonil, culto, decidido y tierno también. 

Hablan también en Tengo miedo torero Lucía Hilart y Pinochet y otros personajes secundarios que nos traen la historia de la Loca y las solidaridades entre otras "locas". 

La prosa: qué decir de la prosa del poeta Lemebel que nos hace sentir cada situación y cada sensación en la piel. Me recordó a Manuel Puig. Novelaza, de esas que se quedan con una largo, largo tiempo.


Pedro Lemebel. Tengo miedo torero. Seix Barral, 2021 (2001)

Sinopsis de la editorial:
Una historia de amor en el Santiago del 86, el año del atentado a Pinochet. Un muchacho del Frente Patriótico Manuel Rodríguez que va a participar en la acción, vive una relación sentimental con un homosexual, que lo apoya, sin saber-sabiéndolo, en sus planes políticos. Éstos fracasan y la ligazón se frustra. El escenario es exactamente el del año en que pudo ser decisivo pero no lo fue: las protestas, los neumáticos humeando en las calles de la capital, los apagones; los boleros, rancheras y baladas de la época; Pinochet lidiando en la intimidad con sus fantasmas y sus pesadillas, y con una Lucía encaprichada con los últimos modelos de Nina Ricci; y la Loca del Frente, protagonista y testigo, personaje entrañable, puente entre los sueños y la desdicha.
Pedro Lemebel desafía todo intento catalogador. Irónico, sarcástico, salvajemente paródico, cursi, relamido, retorcido y, además, tierno, divertido y siempre intenso, abrumadoramente lírico”, este escritor dirige su mirada a un universo poco mal explorado entre nosotros: la identidad homosexual, la alternativa travesti y sus complejidades.
Tengo miedo Torero es el verso de una antigua canción española. Sus palabras sugieren, más allá de "su densa teatralidad" y sus ecos melancólicos, la interioridad recóndita de un país que, según lo define Lemebel, "sueña muy poco, sueña a crédito, no sueña lo imposible".

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