Acá está el proceso de cómo se llega a ser mujer, cómo una
persona que nace con un
sexo
comienza a ser mujer, cómo
Simone llegó a ser mujer.
Durante la lectura de esta memoria me transporté a mis años
de post adolescencia, cuando daba mis primeros pasos en la Universidad y
se hicieron patentes un vacío, unas inquietudes, una incomodidad en la vida. Y encontré en
aquellos años a Sartre y luego a Simone.
De la biblioteca de la Facultad recuerdo haber leído Los
mandarines. Recuerdo que era un libro viejo (el olor), re-encuadernado, tapas duras
verdes. También recuerdo la fiebre “sartreana” de esos tiempos, la escritura de
algunos trabajos prácticos de Filosofía, Redacción, Teoría Política.
Recuerdo mis lágrimas con La ceremonia del adiós, esa edición tapas blandas (“Su muerte nos separa; mi muerte no nos unirá. Ya es hermoso
que nuestras vidas hayan podido estar de acuerdo durante tanto tiempo"). Recuerdo.
En estos días, muchos años más, y cuando las diferencias
lógicas dentro de todo movimiento político (y revolucionario) como el (los)
feminismo(s) son expuestos con saña mediática con el único fin de derruir su
potencia, la primera parte de estas memorias de Simone es un siempre válido y
útil recordatorio de que el (los) feminismo(s) está(n) latentes en casi todas
nosotras. Y a veces es por un hecho “determinante” y otras por un cúmulo de
situaciones (la serie de acosos cada vez menos sutiles que relata Simone, la
presión matrimonial de aquellos años, la maternidad como mandato) llega el
momento en que podemos decirnos sin miedo al estigma que éramos feministas sin
saberlo.
El libro de “El Castor”, al que siguen otros dos de los que
intuyo La plenitud de la vida me gustará sobremanera, tiene una prosa muy
amigable a pesar del tiempo transcurrido. Las costumbres han cambiado mucho, es
cierto, pero las angustias, las opresiones, las búsquedas existenciales siguen
siendo un patrimonio insoslayable de toda joven “formal” o no, que se resuelven
(aunque no se saldan) según las posibilidades de cada quien.
Más allá de mi posición personal sobre la magnificada polémica entre (simplifico) norteamericanas y francesas luego del #TimesUp, no se puede olvidar que cada derecho lo ganamos en la calle y se lo debemos a activistas, intelectuales y tantas miles de mujeres que sin visibilidad (yankies, francesas, indígenas, latinoamericanas, árabes, asiáticas, africanas...) dieron comienzo (y sostuvieron aún en silencio) a una revolución que no va a parar.
Abajo el patriarcado, ¡se va a caer, se va a caer! 🎶🎶🎶
Simone de Beauvoir. Memorias de una joven formal. DeBolsillo, 2016 (1958)
Resumen de la editorial:
Memorias de una joven formal traza las primeras etapas de un
aprendizaje -existir sin concesiones a falsos ideales o autoengaños- y culmina
con un gran encuentro; recién ingresada en la Sorbona, Simone de Beauvoir traba
amistad con alguien a quien acaba de conocer, Jean Paul Sartre, que le dice: 'A
partir de ahora la tomo entre mis manos'.
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