Mis lecturas 2018

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Otra vez elegí hacer mi clásica lista de "lo mejor" del año con mujeres. De los 125 libros que leí este año que por fin termina, la mayoría fueron escritos por ellas. Lo hice por varias razones, entre otras porque a ellas se las publica menos, históricamente, y porque como es lógico, han escrito menos y la publicación en algunos momentos fue toda una odisea. Y porque las mujeres a las que leí durante este año tuvieron cosas para contarme que a mí me interesó leer.

Las temáticas fueron muy variadas: el costumbrismo, el policial, el ensayo, el futuro, la vida misma.

Este año fue también el del regreso a las bibliotecas públicas y la imposibilidad de comprar tantos libros. Pinta peor el 2019, así que se repetirá.

Como me puse a jugar, hice algunos gráficos "estadísticos" con mis lecturas:



Acá te cuento con pocas palabras mis lecturas de estas 10 mujeres:

Los primeros meses del año fueron para Elsa Morante. Con La historia, Mentira y sortilegio y La isla de Arturo, me metí de lleno en la inspiradora de Elena Ferrante y Natalia Ginzburg para confirmar mi enamoramiento de las escritoras italianas de mediados del siglo XX.

Visité varias veces a María Moreno, la cronista argentina por excelencia. Oración me deslumbró; A tontas y a locas me hizo reír por el desenfado; El petiso orejudo me demostró que siempre hay mucho más detrás de lo que podría parecer el simple retrato de un criminal. Voy hacia Panfleto.

De Joan Didion me falta aún leer muchísimo, pero El río en la noche, como antes Según venga el juego son muestras suficientes.

Mariana Enríquez, la mejor columnista literaria (de cultura en general) con la que me crucé en los últimos años, me impactó este año con Cómo desaparecer completamente. Este es el mar, de un universo tan ajeno a mí, fue también un placer.

Claudia Piñeiro fue una de las mujeres del año: por su éxito en la literatura y en el cine ayudó muchísimo a visibilizar la campaña por el aborto legal, seguro y gratuito, una lucha que seguiremos hasta que sea ley. Porque fue la primera vez que una mujer, ella, abrió la Feria del Libro (¡¡2018!!). Este año me atoré con Las maldiciones, Elena sabe, sus cuentos en Quién no y Las grietas de Jara.

A Sylvia Molloy la descubrí este año y espero encontrarla en las librerías más seguido. El común olvido fue un flash.

Gabriela Cabezón Cámara tiene la pluma más poética y a la vez delirante que leí en los últimos tiempos. Este año fue El romance de la negra rubia. Me espera La virgen cabeza.

Volví este año a Marta Sanz, esta vez con Amor fou. ((((Los precios de Anagrama se volvieron imposibles, con todo lo que quiero leer de ella))))

Descubrí en 2018 a Irène Némirovsky, y no la soltaré. Leí al hilo El baile y El ardor de la sangre; me espera Suite Francesa.

Dicen que en Samanta Schweblin está el futuro de la literatura argentina. No lo sé; es presente. Había leído sus cuentos y ahora su última novela, Kentukis. Ahora tendré que leer Distancia de rescate.

***

Fuera de ellas, elijo un libro (o dos) por mes, me costó pero acá va:













Les deseo un mejor 2019, con muchas lecturas. Y que sea un año Nacional, Popular, Democrático y Feminista ✌💜💚



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