El Petiso Orejudo. María Moreno
Amo a María Moreno. Es una declaración de principios. Luego viene lo demás.
Vamos a este libro que no tiene una única categoría: es un ensayo, una investigación periodística, la crónica de una época, una novela, una biografía. Todo eso.
Moreno se mete con el Petiso Orejudo, el cuco de muchas infancias, el protagonista de mitos y de cuentos (acá, uno de Mariana Enriquez, acá, uno de Guillermo Saccomano). Se mete en los expedientes policiales, en los informes médicos y psiquiátricos y nos devuelve una mirada sobre una época y el sistema social. Una mirada sobre la inmigración y la miseria que construyó un discurso que, con variantes, se sigue escuchando hoy que la derechización de los relatos vuelven a ser hegemónicos.
Amo a María Moreno.
María Moreno. El Petiso Orejudo. Página/12, 2018 (1994)
Resumen de la editorial:
El prontuario boca a boca del Petiso Orejudo fue siempre tan impreciso como atrapante: un niño que nunca crece y goza estrangulando a oros niños tan pobres como él, que no se arrepiente y sigue matando –sin distinción entre convictos o gatos—en el penal de Ushuaia donde muere en 1944. Pero desde la aparición de este libro su historia no termina. Aproximadamente medio siglo después, María Moreno produjo la investigación que nadie había iniciado y, literalmente, “reabrió el caso”. Es decir, la documentó, lo intervino con documentación, imaginación e hipótesis impensadas. Separó las partes responsables en la construcción del monstruo y las puso a disposición de una lectura contemporánea. Esta es una bellísima historia triste, de pobreza, miedo y hambre donde los documentos son utilizados como umbrales más que como pruebas y sólo queda intacto el misterio de los móviles, tutelado por la sinrazón que la morbosa cronista se esfuerza en no perturbar. “Qué puedo hacer yo si no me puedo asujetar” define el Petiso, acaso como única libertad del “desatado”. Esta primera reedición de El Petiso Orejudo recupera un eslabón –en el sentido de joya y portador de adn—en la literatura de María Moreno. Liliana Viola
0 comentarios: