Las poseídas. Betina González


Historias sobre escuelas católicas y de monjas hay muchas; la literatura se nutre de las que hemos vivido muchas de nosotras. Pero en Las poseídas hay bastante más que eso. Esta es una novela sobre el peso que algunos hechos marcan nuestra vida. 

La llegada de Felisa al colegio trastoca la rutina de las adolescentes, los bandos, las alianzas y especialmente a María Cruz López, una mina (minita) que la tiene bastante clara para su edad. Se la percibe lúcida: es una adolescente en los inicios de la democracia, a la que siente como una "estafa colectiva".

La novela de Betina González trae un recorrido por las tradiciones nefastas de los colegios de monjas y alguna que otra historia de fantasmas, una manera de tolerarlas. 













Betina González. Las poseídas. Tusquets, 2013
Sinopsis de la editorial:
Una chica nueva, Felisa Wilmer, ingresa en un colegio religioso para niñas en la zona norte de Buenos Aires. Recién llegada de Londres, Felisa se convierte en el centro de atención por su actitud rebelde y su mal comportamiento, rodeada además por el aura «poética» que le dan sus aficiones artísticas, su perfecto inglés y su carácter tan impenetrable como independiente. Al menos así la ve López, la narradora, que no tardará en hacerse amiga suya. Las dos chicas viven entre las leyendas más o menos escabrosas que se cuentan en voz baja sobre el pasado del colegio, y algunos «peligros» más reales que se encuentran en sus cercanías. Pero poco a poco López irá descubriendo la historia de Felisa, que vive con su abuela después de la muerte de su madre en un accidente, y las razones de su comportamiento excéntrico y suicida, como si estuviera «poseída» por personas de su entorno.


 

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