El desperdicio. Matilde Sánchez

La narradora nos cuenta la historia de Elena Arteche entre los años 80 y su muerte en el 2001. Entre el tiempo de las promesas y el de la degradación.

Claro: la historia de Elena es también la historia del país en esas décadas de ilusiones, desencanto e implosión.

Del pueblo, de una familia ligada a la producción agropecuaria a la Capital, a estudiar letras, a leer, a teorizar y vuelta al campo. Pero a un campo distinto, donde se produce la "merecida muerte de las empresas familiares", porque los antiguos vecinos, dedicados también a ese tipo de producción, "ya son simples millonarios, no son más productores".

La década del 90 con la carga de decadencia se ve en el pueblo en la proliferación de "cirujas", en las espasmódicas reacciones del Estado y también en la vida y el cuerpo de Elena. Su muerte, en el 2001, funciona como cierre perfecto de los dos carriles por los que transita la novela.

La vida y la muerte de Helena, que también fue Helen y fue Lenu, es la historia de una mujer que busca torcer un destino que parecía marcado para volver casi derrotada a meterse en ese cauce. Toda similitud con la historia del país en esas décadas es mucho más que mera coincidencia.






























Matilde Sánchez. El desperdicio. Alfaguara, 2007
Reseña de la editorial:
El desperdicio cuenta la historia de Elena -–Helen, Hélène, Lenu, Lena-, al principio estudiante llegada a Buenos Aires desde un pueblo del interior, más tarde profesora y brillante crítica, cabeza de un grupúsculo destacado en esos años de capillas literarias y célebres teóricos, sobre todo de discípulos del "formalismo ruso". En el agudo retrato, quedan plasmados su entusiasmo, su lucidez intelectual y su fama, que conquista mientras practica el deporte del amor y la cinefilia en blanco y negro.
Con el transcurrir del tiempo y de la historia quedan atrás los años despreocupados y la decadencia se cuela tanto en la vida de Elena como en la de un país cuyo campo –el origen de su riqueza- se puebla de indigentes, habitantes de contenedores, cazadores de liebres.
Un relato sobre la amistad y sobre cómo la inteligencia puede resultar un recurso insuficiente cuando va siendo mellada por la vida, con su carga de tragedia, indolencia y mezquindad. Una novela que se distingue por su maestría y por su originalísimo modo de narrar.


 

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