1982. Sergio Olguín


Nueva novela de Sergio Olguín y sin Verónica Rosenthal, que ya aparecerá en una serie de TV y en otro libro si no leí mal por ahí.

Hay algo en algunas, no todas, novelas de Olguín que en algún momento me hicieron ruido, y es un morbo en exceso; sospecho que tendré que releer algunos de esos libros para ver si me cuajan de otra manera. Eso con algunos. Rosenthal es otra cosa.

De 1982, más allá de ese telón de fondo de la guerra de Malvinas, tengo un par de párrafos para decir.

La historia es sólida, la leí en dos días, arriba del colectivo, en casa, en la sala de espera de un médico que tuve que visitar esta semana; Olguín sabe poner tensión. No pude despegarme de las últimas 30 páginas de la novela, no pude. Ahí también había morbo (¿de mi parte?).

Sigo a Olguín en twitter, así que más o menos veo en la cotidianeidad sus posiciones. Como cada cual lee desde su historia y desde su presente y este libro fue escrito entre noviembre de 2015 y diciembre de 2016, cuando yo, al menos, no preveía la magnitud de este desastre, cualquier interpretación que haga es esa: la de una lectora con su vida a cuestas. No podía dejar de pensar, mientras leía esas últimas 30 páginas, en Blanca asumiendo con naturalidad la mentalidad de su victimario, al que no reconoce como tal. No dejaba de pensar en policías, de la misma clase de Blanca, envalentonados como para hacer mierda un comedor comunitario; en un camionero que atropella y mata a un manifestante, también "empoderado" por tanto discurso violento, por tanta habilitación discursiva. Lo lograron: nos reprimen y nos matan los que son tan excluidos como nosotrxs. No quepo en mi pena.






Sergio Olguín. 1982. Alfaguara, 2017

Resumen de la editorial
«¿Cuántas posibilidades hay en la vida de cruzarse con esa persona? Ellos habían tenido la suerte de encontrarse. Las circunstancias eran un detalle menor, una línea en la historia de su amor.»
Pedro tiene diecinueve años y, a diferencia de los hombres de su familia, no eligió la carrera militar sino la Facultad de Filosofía y Letras. Pero corre el año 1982, y su refugio en la lectura o en las canciones de Spinetta es sacudido por el desembarco de las tropas argentinas en Malvinas: su padre, el teniente coronel Augusto Vidal, se encuentra en el frente de batalla.
Aunque Buenos Aires esté lejos, la guerra lo enrarece todo. El compás de espera que viven en su casa lo aproxima a Fátima, su madrastra. Entre ellos surgirá un deseo desconocido e irrefrenable, un amor con la fuerza arrasadora de la libertad. Una pasión cargada de erotismo que tendrá consecuencias devastadoras.
Sergio Olguín ha escrito una novela que deja al desnudo los alcances insospechados del horror en tiempos de muerte y opresión. Una obra conmovedora que reúne los mejores atributos de su literatura: la gracia, la belleza, la oscuridad.


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