Estallidos argentinos. Mario Wainfeld


"Se miente deshistorizando", dice el tío Mario en una frase que para mí sintetiza gran parte del libro. Se recorren diez episodios de estos 19 años del siglo XXI en el país, todos ellos que desestabilizaron "el vago orden en que vivimos". 

Hay dos ejes que distinguí como preponderantes. En primer lugar, el reconocimiento a la gente de a pie, a su jacobinismo de a ratos, a su templanza en otros, especialmente cuando todo el tiempo nos martillan con que les argentines somos una mierda, cuando nos bajan el precio y horadan nuestra autoestima. En segundo lugar, "la justicia", las fuerzas policiales, que trabajan básicamente para encubrir. En este sentido, son acertadísimas todas las citas de inicio de capítulo, especialmente la tomada del Decálogo del relato policial argentino, que puede consultarse acá

Un tercer eje sobrevuela el libro y tiene que ver con eso que algunes llaman periodismo, esa cloaca de la que se puede rescatar a alguna gente, entre quienes está, por supuesto, el tío Mario.











Mario Wainfeld. Estallidos argentinos. Cuando se desbarata el vago orden en que vivimos. Siglo XXI, 2019


Resumen de la editorial:
En 2017, la Corte Suprema –cinco jueces solitarios que apenas se hablan entre sí– votó el 2 × 1 a represores. La sociedad, indignada, se movilizó masivamente y dio vuelta ese fallo. Ese mismo año, “murieron” Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, en medio de una escalada represiva de Gendarmería y Prefectura, que el gobierno de Cambiemos avala hasta hoy. De nuevo, las movilizaciones se hicieron sentir. El 19 de diciembre de 2001 De la Rúa impuso el estado de sitio; nadie lo tomó en serio y, por el contrario, la amenaza funcionó como acicate para que la gente saliera a la calle y enfrentara al gobierno. Poco tiempo después, en una semana con cuatro feriados artificiales, el fugaz presidente Rodríguez Saá suspendió épicamente el pago de la deuda externa y prometió crear un millón de puestos de trabajo. Un video con sonido de fritura registra su renuncia pocos días después.
¿Qué dicen de la Argentina estos hechos? ¿Que somos excepcionales en la región? ¿Que somos insumisos? Dicen, ante todo, cómo hacemos política y cómo resistimos en un país que parece vivir, con demasiada frecuencia, al borde del abismo, en equilibrio precario. Con una mirada atravesada por el humor y la ironía, capaz de devolverle a la política la complejidad que merece, Mario Wainfeld pone el foco en esos momentos en que todo pudo estallar y volar por los aires, y a veces estalló. Elige diez episodios representativos de la historia reciente, situaciones límite o encrucijadas que confirman que el pueblo argentino sabe rebelarse, copar el espacio público pacífica y eficazmente, y que la violencia es monopolio de los gobiernos y las fuerzas de seguridad.
Reconstruyendo con pinceladas imperdibles acontecimientos de la calle y del Palacio –esa cápsula en la que se encierran los funcionarios–, Mario Wainfeld compone un retrato revelador de la política criolla. Si en la Argentina –y el presente no nos desmiente– solemos sentir que todo tambalea, Estallidos argentinos nos trae las claves que necesitábamos para entender el buen y el mal gobierno y la vitalidad plebeya de nuestra sociedad.

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