El mundo deslumbrante. Siri Hustvedt
Harriet Burden había vivido diciendo sí. Entonces murió diciendo no, y luego otra vez no, y otra vez NO. Esta es una de las lecturas posibles de El mundo deslumbrante, y es con la que yo me quedo.
Hay muchas otras, también muy interesantes: el microcosmos del arte, el enmascaramiento, la percepción, la psicología y la neurociencia. Es un libro complejo en su lectura total.
Una artista observa (y se observa) a lo largo de su vida los distintos ninguneos que sufren mujeres que pasan por su vida, por el arte, por la literatura de todos los tiempos. Su propia obra había pasado sin pena ni gloria, detrás de la fama de su marido. Tras su muerte, decide volver a exponer acordando con tres varones ocultarse tras ellos para dar a conocer su obra. Alrededor de la humanidad, de la empatía, de la traición, de los miedos que afloran con esta decisión gira el libro.
En su conjunto, demuestra la conexión que transmite Siri Hustvedt con sus personajes, la profunda sensibilidad. Ya lo dije, y lo reitero: Soy fan de Siri.
Siri Hustvedt. El mundo deslumbrante. Anagrama, 2014
Resumen de la editorial:
Harriet Burden fue una personalidad enigmática del arte neoyorquino de los años ochenta y ahora, años después de su muerte, su figura es objeto de una indagación académica. Una indagación detectivesca, porque la personalidad de Harriet es poliédrica, provocadora y desconcertante. Conocida en vida como esposa del poderoso marchante Felix Lord, madre de dos hijos, perfecta anfitriona de cenas que reunían a lo más selecto del mundillo cultural neoyorquino y mecenas de jóvenes artistas, Harriet fue, ante todo y pese a la incomprensión de muchos, una artista ninguneada por su condición de mujer en un entorno marcado por un soterrado machismo. Y, para denunciar esta situación, puso en marcha un experimento artístico transgresor, exponiendo su obra a través de tres jóvenes promesas masculinas que se convertirían en sus máscaras: Anton Tish, Phineas Q. Eldridge y el desquiciado Rune.
Pero en este ambicioso y arriesgado juego con la manipulación de la identidad no todo está bajo control, y los egos, los anhelos y las pulsiones sexuales desatarán unas tempestades cuyos resultados escapan al dominio de quien ha puesto en marcha el mecanismo y desembocarán en una muerte ritual y perturbadora.
El resultado es un ejercicio literario brillantísimo, una narración polifónica que, a partir de los diarios de Harriet, los testimonios de quienes la conocieron y las críticas y artículos de la época, reconstruye la personalidad y la radical propuesta estética de esta mujer, su juego de máscaras, falsas identidades y mentiras, para denunciar las mezquindades de quienes manejan los hilos del mercado del arte. Siri Hustvedt nos regala una prodigiosa novela sobre el papel de la mujer como creadora y sobre las bambalinas de museos y galerías, pero también una reflexión sagaz sobre la identidad, la ambición, el deseo y el engaño.
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