2666. Roberto Bolaño
Hace no mucho tiempo subí algunos párrafos subrayados de mi primera lectura de 2666. Esta semana, a la espera de El espíritu de la ciencia ficción, decidí releerla.
Poco más de 1100 páginas de enormidad, donde hay literatura y metaliteratura, donde desfilan México y Chile, los interminables crímenes de mujeres y el horror de la guerra europea, por hacer una enumeración más bien breve.
Sobre una novela de Enrique Vila-Matas, dijo Bolaño:
Hay libros que inspiran miedo. Miedo de verdad. Más que libros parecen bombas de relojería o animales falsamente disecados dispuestos a saltarte al cuello en cuanto te descuides
Esa definición es la que le cabe a 2666. Imposible de olvidar.
La parte de los críticos
La parte de Amalfitano
La parte de Fate
La parte de los crímenes
La parte de Arcimboldi
Roberto Bolaño. 2666. Anagrama, 2012
Resumen de la editorialA cuatro profesores de literatura, Pelletier, Morini, Espinoza y Norton, los une su fascinación por la obra de Beno von Archimboldi, un enigmático escritor alemán cuyo prestigio crece en todo el mundo.
La complicidad se vuelve vodevil intelectual y desemboca en un peregrinaje a Santa Teresa (trasunto de Ciudad Juárez), donde hay quien dice que Archimboldi ha sido visto. Ya allí, Pelletier y Espinoza se enteran de que la ciudad es desde años atrás escenario de una larga cadena de crímenes: en los vertederos aparecen cadáveres de mujeres con señales de haber sido violadas y torturadas.
Es el primer asomo de la novela a sus procelosos caudales, repletos de personajes memorables cuyas historias, a caballo entre la risa y el horror, abarcan dos continentes e incluyen un vertiginoso travelling por la historia europea del siglo XX. 2666 confirma el veredicto de Susan Sontag: «el más influyente y admirado novelista en lengua española de su generación. Su muerte, a los cincuenta años, es una gran pérdida para la literatura». La publicación de 2666en la colección «Compactos», encuadernado en tapa dura para facilitar su manejabilidad, es un acontecimiento excepcional.
«Una gran novela de novelas, sin duda la mejor de su producción, tan prematuramente interrumpida» (Ana María Moix, El País).
«Lo que aquí se persigue y se alcanza es la novela total, que ubica al autor de 2666 en el mismo equipo que Cervantes, Sterne, Melville, Proust, Musil y Pynchon» (Rodrigo Fresán, Qué Leer).
0 comentarios: