La gente en los árboles. Hanya Yanagihara


En la lectura de Tan poca vida me dominó la compasión. En La gente en los árboles fue la empatía durante casi todo el libro, hasta que... ... ... 

Tiene un don, o algo, Hanya Yanagihara. Se dice que este libro "desafía nuestro sentido de la ética", y vaya si es así. 

En una narración que en algunos pocos tramos se hizo densa, pero que nunca dejó de ser precisa, la autora nos mete en la vida de un médico que, con sus descubrimientos científicos, abre la puerta para la destrucción de una civilización. La culpa es un componente importante de la novela, aunque su protagonista no la siente por todas las razones por las que una lo haría. Norton Perina es un ser anodino, que parece ser arrastrado por su abulia hacia unas islas perdidas donde todo cambia. El personaje de Tallent, su contracara, está perfectamente construido. El relativismo, creo, es el gran tema de la novela.

Nunca tan colaterales como estos párrafos subrayados. 





Hanya Yanagihara. La gente en los árboles. Lumen, 2018 (2013)

Resumen de la editorial:
En 1950, Norton Perina, un joven médico recién graduado, se une a una expedición a una remota isla de Micronesia, Ivu'ivu, en busca de una misteriosa tribu. Allí comienza a investigar lo que lo llevará a ganar el Premio Nobel: la extraña longevidad de los isleños. Antes de regresar a Estados Unidos, decide adoptar a cuarenta niños nativos para rescatarlos de la pobreza. Pero en 1995, uno de sus hijos lo denuncia por abusos...
Mientras cumple condena, Perina, a instancias de su fiel colega Ronald Kubodera, escribe sus memorias con el fin de recuperar el prestigio perdido y demostrar su inocencia. Una historia llena de intriga sobre la ambición y la naturaleza humana en la voz de un narrador sospechoso que, como Humbert Humbert, desafía nuestro sentido de la ética.

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