Los casos del comisario Croce. Ricardo Piglia
Extraño a Ricardo Piglia. Acá están doce cuentos con el comisario que protagonizó Blanco nocturno y que Piglia dejó preparados con otros escritos para que lo sigamos disfrutando tras su muerte.
Aparece Emilio Renzi, se sugieren Borges, Walsh y Arlt, se siente la opresión de las distintas dictaduras y especialmente un amor y un respeto hacia el género.
El libro tiene un liminar que es una joya: un muy breve tratado sobre la delincuencia escrito por Karl Marx en 1857; se cierra con una nota del autor escrita poco menos de un año antes de su muerte que comienza así:
Compuse este libro usando el Tobii, un hardware que permite escribir con la mirada. En realidad parece una máquina telépata. El interesado lector podrá comprobar si mi estilo ha sufrido modificaciones. Mis otros libros los escribí a mano o a máquina (con una Olivetti Lettera 22 que aún conservo). A partir de 1990 usé una computadora Macintosh. Siempre me interesó saber si los instrumentos técnicos dejaban su marca en la literatura. ¿Qué cambia y cómo?En su caso, parece que nada, maestro.
La música
La película
El astrólogo
El jugador
La excepción
El impenetrable
La promesa
La conferencia
El Tigre
Resumen de la editorial:
El comisario Croce, investigador singular, era uno de los protagonistas de una de las grandes novelas de Ricardo Piglia, Blanco nocturno. El autor rescata al personaje en estos «casos», una sucesión de deliciosos relatos policiacos que son un homenaje a un género que Piglia amó como lector, divulgó como editor y practicó como escritor. El meditabundo y astuto Croce se enfrenta aquí al caso de un joven marinero yugoslavo acusado de matar a una prostituta en un cafetín portuario, al misterio de una supuesta película en la que aparecería Eva Perón en una escena pornográfica, a un ladrón de joyas relacionado con el peronismo, a un crimen resuelto con la ayuda de los versos de un cirujano del ejército de Rosas... En estos textos juguetones y virtuosos asoman guiños y referencias a Agatha Christie, Conan Doyle, Chesterton, Poe y también Borges, que amó el género policiaco tanto como Piglia.
Del comisario Croce dice su autor: «Me gusta el hombre, por su pasado y por el modo imaginativo con que afronta los problemas que se le presentan. Anda metido siempre en misterios y asuntos ajenos. Estos comisarios del género son siempre un poco ingenuos y fantasmales, porque, como decía con razón Borges, en la vida los delitos se resuelven –o se ocultan– usando la tortura y la delación, mientras que la literatura policial aspira –sin éxito– a un mundo donde la justicia se acerque a la verdad.» Y en la misma nota final explica: «Compuse este libro usando el Tobii, un hardware que permite escribir con la mirada. En realidad parece una máquina telépata. El interesado lector podrá comprobar si mi estilo ha sufrido modifi caciones.» Y es que Los casos del comisario Croce fueron surgiendo a medida que la enfermedad que le iba paralizando el cuerpo avanzaba implacable. Y al leer este volumen exquisito y deslumbrante, el lector no podrá sino maravillarse ante la arrolladora vitalidad de unos textos que son, por encima de todo, una hermosísima celebración de la literatura, el poder de las palabras y la fabulación.
El autor dejó preparado para su publicación póstuma este libro, que es una muy notable incorporación al corpus literario de uno de los más grandes escritores en lengua española de los últimos tiempos.
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