Mañana tendremos otros nombres. Patricio Pron
Creo que Patricio Pron va camino a transformarse en uno de mis escritores vivos favoritos. Después de un debut que me dejó un sabor raro pero la puerta abierta, llegaron unos cuentos que sorpresivamente me encantaron y esta novela a la que fui con los ojos cerrados.
Mañana tendremos otros nombres es una novela sobre estos tiempos: el tema es el amor, esta es una novela de amor y rupturas. y la salida de Ella y Él, que rondan los 40 años, a un "mercado amoroso/sexual" cambiado y cambiante, atravesado por las tecnologías y los rechazos vía dedo pulgar. Es también una novela sobre nuevas masculinidades y femineidades, sobre mandatos, maternidad y amigues. Pero en el fondo es una novela sobre el capitalismo actual, sobre la precariedad de nuestras vidas girando alrededor de la precariedad de nuestros trabajos, sobre lo perdidos que nos sentimos en este mundo donde somos cada vez más desechables.
Por si todos estos temas fueran poco, la novela, que por momentos parece un gran ensayo sobre este tiempo, está bárbara; Pron maneja la ironía y la autocompasión con un muy buen estilo y tiene algunas escenas que son de antología.
Patricio Pron. Mañana tendremos otros nombres. Alfaguara, 2019
Resumen de la editorial:
Viven en Madrid, en la actualidad. Ella es arquitecta, tiene miedo a hacer proyectos de futuro y busca algo que no puede definir. Él escribe ensayos, lleva cuatro años a su lado y nunca pensó en verse soltero de nuevo, en un «mercado» sentimental del que lo desconoce todo.
Por las grietas de su derrumbe como pareja entran las amistades, sus consejos y sus vidas, la mayoría de las veces con más dudas que certezas. Es la generación Tinder, la de unas personas que eliminan a otras con un dedo; una generación en la que todos están expuestos y a la postre desencantados. La ruptura de una pareja también dice mucho de un país, de un momento, de una idea de convivencia. Y la radiografía de los tiempos es dura: padres que lo son por obligación, experimentos de reinvención personal que son performances sin público, unas tecnologías que lo penetran todo, incluyendo la intimidad. Ella y Él, ya próximos a los cuarenta, comienzan a habitar esos nuevos espacios posibles en paralelo, sin desgarros románticos pero con una fuerte añoranza misteriosa que tal vez vuelva a reunirlos.
Mañana tendremos otros nombres es una mirada a las relaciones sentimentales del animal humano desde una óptica sociológica que no excluye la ternura. Es, sobre todo, la gran novela del amor en los tiempos de las redes.
0 comentarios: