La ingratitud. Matilde Sánchez


Me costó muchísimo seguirle el ritmo a esta novela. Terminarla aún más. Me había gustado la novela que leí antes de Matilde Sánchez, así que volví a ella.

Esta aborda temas que siempre me atraen: la familia, el padre, la argentinidad, cómo el país se va acomodando en nuestro interior, nos va moldeando, metiéndose en nuestras vidas que, tontamente, suponemos íntimas, cuando son tan políticas. El exilio, no el épico, sino el de una mina que se "escapa" de este lado del océano por razones muy diferentes a los que nuestros mayores se vinieron a "hacer la América".

Es decir, que en principio, la novela está bien. Sin embargo, costó mucho. Tal vez, especialmente, porque no logré empatizar con la narradora. ¿Volveré?












Matilde Sánchez. La ingratitud. Mardulce, 2011 (1990, 2011)

Resumen de la editorial:
Se puede dividir a los escritores en dos grupos. Unos alcanzan su estilo propio, su mirada personal, de libro en libro, con el aprendizaje y el paso del tiempo. Otros, con su primera novela irrumpen como escritores hechos, como si comenzaran ya sabiéndolo todo. Matilde Sánchez integra, como pocos, este segundo grupo. Y La ingratitud es la prueba más evidente. Primera novela, publicada originalmente en 1990 (ahora en su edición definitiva), en ella se encuentran los rasgos, las preguntas, las maneras que caracterizan la obra de una de las escritoras más talentosas de la literatura argentina contemporánea.
Una protagonista instalada en Berlín Occidental en un clima de fin de época, un padre cada vez más lejano, una serie de amigos circunstanciales y la deriva urbana atravesados, como solo lo logra Sánchez, por la tensión entre intimidad e historia, entre distancia y disolución de la identidad, entre memoria y deseo. Una novela que invita a pensar qué es el exilio desde un punto de vista que hace estallar el lugar común.


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