Me llamo Lucy Barton. Elizabeth Strout


Qué impactante cómo se cuenta Lucy y qué maravilla como se cuenta Ana en su lectura de Me llamo Lucy Barton

Siempre me llamó la atención, pero más desde que leí a Elena Ferrante, cómo el patriarcado había hecho mella en nuestras madres y abuelas, cómo ellas se han “vengado” y han replicado en sus hijas los golpes y las palabras (lo que Ana llama “micromataautoestimas”). Y así, y así…


Esta es una novela breve, me duró solo dos días y eso porque en el medio estuve/estoy estudiando, sino en una tarde podría haberla terminado. Pero no sólo porque es corta; también porque es dura de una dureza, y unas búsquedas, y unas tristezas en las que me reconozco y reconozco mi entorno. Y quien me conoce lo sabe: busco en la literatura reconocerme. 
















Resumen de la editorial
En una habitación de hospital en pleno centro de Manhattan, delante del iluminado edificio Chrysler, cuyo perfil se recorta al otro lado de la ventana, dos mujeres hablan sin descanso durante cinco días y cinco noches. Hace muchos años que no se ven, pero el flujo de su conversación parece capaz de detener el tiempo y silenciar el ruido ensordecedor de todo lo que no se dice.
En esa habitación de hospital, durante cinco días y cinco noches, las dos mujeres son en realidad algo muy antiguo, peligroso e intenso: una madre y una hija que recuerdan lo mucho que se aman.

3 comentarios:

  1. :) Me alegro que hayas disfrutado de este libro. No sé si se puede decir "disfrutar" cuando lo que cuenta te desgarra. Pero es que es tan preciso y precioso, lo cuenta tal cual sucede en la vida, en la que nos movemos más entre silencios y pequeños estallidos que no se concretan... A mí, ya sabes, me encantó.

    Un abrazo

    ResponderEliminar