Los diarios de Emilio Renzi. Los años felices. Ricardo Piglia
A diferencia de Los años de formación, este segundo tomo me resultó más el diario de un escritor que de un lector. Razonable, ¿no?
Mucho para decir, acá va un punteo:
- El tema político, el país, presente todo el tiempo. ¿Cómo no? Piglia, sin embargo, tiene una diferencia con lo que yo pienso sobre la política en las vidas personales.
- Todo el libro, y siempre Piglia, proponiéndome una especie de red llena de hipervínculos que me llevan a todas las lecturas que me debo. Y me las debo porque creo que seré ¿mejor? con ellas que sin ellas.
- Siento una culpa estúpida, en algunos momentos, por no haber leído antes a tantos, sobre todo a los que estaban a mano, como Puig.
- Pero igualmente sigo obsesionada con lo contemporáneo, que en mí significa lo que salió hoy, ayer, lo que está en la mesa de novedades de las librerías. Estoy a punto de fundirme por eso.
- La presencia de escritores que quiero y que vagan por las páginas de este diario y estaban a punto de morir asesinados.
- La figura de David Viñas y el recuerdo de aquel debate con una joven CFK.
- Cuando me quedan pocas páginas y pienso que habrá que esperar un año para el último tomo, busco alargar la lectura. Leo rápidamente El beso de la mujer araña; me pongo a mirar sus clases de literatura; me compro Boquitas pintadas, me fijo que sigan ahí, esperando, Gombrowicz, The Buenos Aires affaire, Museo de la novela de la eterna, entre tantos. Angustia un poco todo lo que quiero leer, y qué será de la salud de don Ricardo.
- Mañana viajecito. Me llevo una relectura de Piglia y para la vuelta lo que compre :).
Mis párrafos subrayados: periodismo, política, literatura, los libros en general.
Ricardo Piglia. Los diarios de Emilio Renzi. Los años felices. Anagrama, 2016
Resumen de la editorial:
Este segundo volumen de los tres que compondrán los diarios de Emilio Renzi, álter ego de Ricardo Piglia, recorre el periodo que va de 1968 a 1975. Si en el anterior asistíamos a la forja del escritor en ciernes, aquí se desarrolla su carrera en el mundo de las letras argentinas con la dirección de una revista, los trabajos editoriales, los artículos, los cursos y conferencias.
La pasión, la obsesión por la literatura se materializa en ideas y esbozos para cuentos y novelas, lecturas, encuentros con escritores consagrados –Borges, Puig, Roa Bastos, Piñera…– y compañeros de generación, reflexiones sobre la escritura y sobre la obra de autores clásicos y novelistas policiacos, descubrimientos, búsquedas y deslumbramientos.
Y también aparecen los viajes, la vida íntima y amorosa, y la Argentina de unos años convulsos: el fallecimiento de Perón, la emergencia de grupos guerrilleros, el golpe militar…
En el texto que abre el libro a modo de prólogo, Renzi, acodado en la barra de un bar, conversa con el barman y confiesa: «Escribo un diario, y los diarios sólo obedecen a la progresión de los días, los meses y los años. No hay otra cosa que pueda definir un diario, no es el material autobiográfico, no es la confesión íntima, ni siquiera es el registro de la vida de una persona, lo define, sencillamente, que lo escrito se ordene por los días de la semana y los meses del año. Eso es todo. Uno puede escribir cualquier cosa (…), como es mi caso, una mezcla inesperada de detalles o encuentros con amigos o testimonios de acontecimientos vividos (…) esos descubrimientos, esas fugas, esos momentos confusos han sido, para mí, puntos de viraje, y sobre ellos construí la periodización de mi vida.» Y así, este nuevo volumen de los diarios de Emilio Renzi sigue explorando las vivencias, las incertidumbres y las reflexiones literarias de un escritor y da forma, en palabras del autor, a «la novela de una vida».
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