Yo nunca te prometí la eternidad. Tununa Mercado


Me costó mucho leer este libro, porque tiene una densidad que hacía mucho que no encontraba. Compré el libro primero porque Yo nunca te prometí la eternidad me pareció un título muy sugerente, muy auspicioso. Y porque me debía a esta autora.

Leí la novela-biografía-relato en muchos planos. Como a mí me gusta, cada vez más, en sus procesos: la búsqueda, los encuentros, los desencuentros, las dudas. Por otro lado, porque es obvio que así es, como una historia familiar, en donde la guerra, los exilios, las militancias, la presencia de mujeres sufrientes forjan identidades. Y como no podía ser de otro modo, con una incredulidad, por decirlo de alguna  manera, acerca de lo que los seres humanos son capaces de hacer y otros tantos de soportar (o no).











Tununa Mercado. Yo nunca te prometí la eternidad. Booket, 2013

Resumen de la editorial
1940, los nazis avanzan sobre París. Una madre y su pequeño hijo escapan hacia el sur para salvarse y buscar al padre, al marido. Ella es una activa militante antifascista; él ha sido brigadista internacional en la guerra civil española.
El éxodo es desesperado: gente a pie, miles de vehículos. La carretera se bloquea y el camión que los lleva se detiene. La madre aprovecha para buscar agua y alimentos en un caserío cercano. De pronto oye caer bombas. Cuando regresa en medio de la estampida, su hijo ya no está. Empieza, entonces, una búsqueda angustiante, de pueblo en pueblo. Por azar, se encuentra en ese peregrinaje con un viejo amigo, Walter Benjamin, quien trata de cruzar la frontera con España. Ella y él, refugiados alemanes, judíos y apátridas por añadidura, se conocieron en París. ¿Era posible la amistad, el amor, el diálogo intelectual, en una Europa que expulsaba, deportaba y exterminaba?
Yo nunca te prometí la eternidad es una historia real, desencadenada por la guerra y el éxodo que lleva a sus protagonistas de Berlín a París, de España a Jerusalén y termina en el México de nuestros días. Urdida con los testimonios, diarios y cartas de los protagonistas, y con la propia experiencia de búsqueda de quien relata y escribe, su pathos es poderoso.
Tununa Mercado despliega en esta gran novela su arte como narradora y condensa las marcas más fuertes de una escritura consciente del papel esencial de la literatura: crear belleza y dar testimonio de la experiencia humana.

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