Una lectora nada común. Alan Bennett


Esta novelita breve va a atraer a todxs lxs que amamos los libros sobre libros, lectoras y lectores, literatura en general.

Pero este además tiene un finísimo humor (inglés, claro), que te hace desternillarte de risa ante la ucronía que imagina Bennett: la reina de Inglaterra se convierte en una lectora voraz. De ahí en más, con mucha sutileza, el autor va dejando caer, además de bonitas frases sobre libros, una muy interesante crítica a la monarquía de su país (Y que alguien me explique cómo es que existen reyes y reinas a esta altura...)









Alan Bennet. Una lectora nada común. Página/12-Anagrama, 2017

Resumen de la editorial:
Si sus célebres perros hubieran respondido a su llamada, la reina no habría descubierto el vehículo de la biblioteca móvil del ayuntamiento aparcado junto a las puertas de las cocinas del palacio. Y no habría conocido a Norman, el pinche de cocina que estaba leyendo un libro de Cecil Beaton e iba a constituirse en su asesor literario. Pero la reina decide llevarse un libro. ¿Y qué puede interesar a alguien cuyo único oficio es mostrarse interesada? Porque una reina nunca debe ser interesante, ni tener otros intereses que los de sus súbditos. Y jamás habla de sus gustos, sólo pregunta por los de ellos. Isabel II de Inglaterra halla en la biblioteca el libro de una escritora que conoce, Ivy Compton-Burnett. Tiempo atrás le había concedido un título nobiliario menor. Y de Compton-Burnett a Proust, y de Proust a Genet, sólo median algunos libros. Así, azarosamente, ella, que hasta entonces sólo había sido una reina, una pura entelequia, descubrirá el vértigo de la lectura, del ser, del placer.

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