Jackson Brodie por 4. Kate Atkinson


Pongamos que estoy teniendo unas semanas en las que es mejor no dar demasiada profundidad a las cosas... Entonces una se decanta por un policial contemporáneo; si es escrito por una mujer mejor, y allá vamos: a disfrutar de una trama, a no pensar demasiado más allá de uno o dos misterios, búsqueda, tropiezos, resolución y ya está.

Y va que una se encuentra con todo eso (y más) sin el "ya está". Se encuentra una con Jackson Brodie, un tipo del que me enamoraría perdidamente (únicamente porque él nunca se enamoraría de mí, je), se encuentra con muchas mujeres perdidas, escapadas, asesinadas, olvidadas; y a otras tantas mujeres sobreviviendo, luchando, preguntando. Se encuentra una con mucha humanidad en Brodie y en toda una gama extensa de personajes que aparecen en estos cuatro libros.

En fin, hay mucha gente a la que querer en estas novelas de Kate Atkinson, además de a Jackson. Cada una de ellas te deja a personas a las que querer abrazar. Eso no está mal.

Expedientes




Incidentes











Esperando noticias





Me desperté temprano y saqué al perro











Resumen de la editorial:
Expedientes: Bajo una ola de calor, entre turistas despistados y estudiantes extranjeros, el detective Jackson Brodie se ocupa de sus casos en un Cambridge al margen de la imponente sombra de los colleges. Su trabajo suele centrarse en rutinarias historias de infidelidad, pero de pronto recibe dos encargos similares: averiguar qué ocurrió hace años con una niña desaparecida y una joven asesinada. Durante el proceso Jackson, un escocés ex militar, ex policía, cuarentón y divorciado, no sólo desvelará una intrincada red de secretos; también deberá enfrentarse a otro caso, éste más doloroso y más antiguo, que lo ha acompañado siempre.
Con la trama trepidante de un thriller y el calado de una novela psicológica, Expedientes plantea un acercamiento caleidoscópico y plural al clásico relato detectivesco, que gana así en hondura sin perder ritmo ni interés. Un inolvidable elenco de personajes y su brillante capacidad para dosificar tragedia y humor completan el perfil de un libro que no defraudará al amante de la narrativa ni al partidario del género negro.

Incidentes: En pleno festival de Edimburgo, algo perturba durante un instante la pacífica calma de una cola que espera entrar en un espectáculo. El choque de dos coches, en apariencia accidental, desemboca en una brutal agresión que toma un giro inesperado cuando uno de los ciudadanos de la cola interviene en defensa de la víctima. Será el desencadenante de una serie de acontecimientos enlazados entre sí, contenidos unos en otros como "matrioskas" rusas, esas muñecas que siempre tienen otra más pequeña en su interior., hasta llegar al núcleo de la intriga. Una vez más, Kate Atkinson enfrenta a Jackson Brodie, ex militar, ex policía y ex detective privado, a un caso en el que será algo más que observador. Y es que, en esta ocasión, Jackson se verá convertido nada menos que en sospechoso de asesinato. Incisiva y trepidante, Incidentes pone al día el género negro con un magnífico estudio de caracteres y una trama que crece en intensidad e interés a medida que se acerca a la clave del desenlace

Esperando noticias: Hay momentos imposibles de olvidar: aunque hayan pasado treinta años desde entonces, Joanna aún recuerda el sendero en el campo y la tarde de verano en que un hombre de repente se acercó a su madre y a sus hermanos y acabó con la vida de toda la familia. Ella, una niña de seis años, consiguió huir y ahora es una mujer que intenta llevar una vida apacible con su marido y su hijo. Mientras Joanna trabaja, el bebé se queda al cuidado de Reggie, una adolescente que ya ha aprendido a bregar con el dolor.
Las cosas parecen transcurrir de la mejor de las maneras, hasta que un buen día el pasado vuelve para presentar factura: Joanna y el niño desaparecen sin dejar rastro y quien se ve involucrado en la investigación de este extraño caso es Jackson Brodie, un hombre adorablemente imperfecto que trabaja como detective y siempre acaba confundiendo profesión y vida privada.
Los caprichos del destino van a unir a Joanna, a Reggie, a Brodie y a la inspectora Monroe en un juego fascinante, que rompe los límites de la novela de género y nos muestra la fuerza de una escritura donde el talento está en los detalles.

Me levanté temprano y saqué al perro: Hay días en que ciertas decisiones se imponen sin pedir permiso: Tracy Waterhouse, una mujer de mediana edad con unos kilos de más y muchas ilusiones de menos, paseaba distraída por un centro comercial de la ciudad de Leeds, intentando decidir qué galletas comprar para poner un poco de color a su cena solitaria, cuando vio a una niña corriendo, tirada de la mano de una prostituta conocida en el barrio. De repente, Tracy supo que compraría algo más que galletas... Al poco rato, la niña estaba en su coche y desde entonces la vida ha sido para ella un ir y venir de emociones desconocidas.
Tracy confiaba en que no habría testigos de ese extraño negocio, pero Jackson Brodie, recién llegado a Inglaterra para resolver un caso de falsa identidad, entra de repente en escena: sus dotes de gran investigador y de hombre deliciosamente imperfecto van a convertir una trama policial en una historia donde las cuestiones morales son lo que importa.

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