Entre paréntesis. Roberto Bolaño
El primero de los “Tres discursos insufribles” es el más subrayado. Claro: se mete Bolaño en la literatura argentina y se mete a fondo con Osvaldo Soriano (y al toque le mando un mensaje a mi viejo para que me preste y me deje subrayar un Soriano, para demostrarle a Bolaño que Osvaldo es tan entrañable como lo recuerdo); se mete con Piglia y con Arlt; destroza a Aira y en un artículo más adelante lo ensalza. ¿Y qué? Si Bolaño, en el “Preliminar. Autorretrato”, se declara principalmente un lector. “Soy mucho más feliz leyendo que escribiendo”, dice. Y qué lector es coherente con el rumbo de sus lecturas o el de sus opiniones. Y para qué serlo...
Me resultó Entre paréntesis un libro íntimo, donde se desnuda un lector mucho más que un escritor. Bolaño me
resulta (también) entrañable, incluso cuando discrepo con él. Me gustaría ser tan
valiente como él y no exhibir el triste número de apenas 4 o 5 libros robados. Me
conmueve que un tipo como él ya no escriba más, aunque siga publicando, como
se puede ver acá.
Me resultó refrescante leerlo y me llené de listas de libros
por leer, algunos inhallables por estas tierras. Probablemente algún ebook. Quién
sabe.
Acá la lista de autores por leer, o al menos conseguir para
que me acompañen un poquito, para saber que los tengo al alcance de la mano aunque no los lea nunca.
Por orden de aparición: Diamela Eltit; José Donoso; Gombrowicz
(otra vez); Roberto Brodsky; A. G. Porta (y una de las pocas novelas que no
tengo de Bolaño, que fue escrita con Porta, que me será proveída en breve por
mi librero favorito número 1, o por Mercado Libre, que es mi librero favorito número
2); más de Sergio Pitol, más de Vila-Matas, más de Villoro, más de Rodrigo Rey Rosa, más de Lamborghini; Walter Mosley y su detective Easy Rawlins; más de
Borges, más de Calvino; Burroughs, Andrés Neuman, Wilcock; más de Cercas; Günter
Grass, Antoine Bello, Horacio Castellanos Moya, Felisberto Fernández (otra
vez); más Cormac McCarthy; releer a Fresán y a Pauls; los cuentos de Pedro Juan
Gutiérrez; Huesos en el desierto de
Sergio González Rodríguez; Mujica Láinez; taparme la nariz y leer en serio a
Vargas Llosa o releer Historia de Mayta; una gran incógnita: ¿de verdad una persona que me cae tan pero tan mal como Jaime Bayly puede ser
tan buen escritor?; releer a Javier Marías; Carmen Boullosa. Conseguir lo poco
que me falta de Bolaño, releer todo Bolaño.
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1. Tres discursos insufribles
Derivas de la pesada
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Literatura y exilio
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Fragmentos de un regreso al país natal
El pasillo sin salida aparente
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Una proposición modesta
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Los perdidos
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Entre paréntesis
Son raros los amigos
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Recuerdos de Juan Villoro
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Sol y calavera
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Neuman, tocado por la gracia
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Autores que se alejan
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"84, Charing Cross Road"
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Hojas escritas en la escalera de Jacob
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El bibliotecario valiente
Notas alrededor de Jaime Bayly
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Sevilla me mata
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Un narrador en la intimidad
Consejos sobre el arte de escribir cuentos
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Final: "Estrella distante" (Entrevista de Mónica Maristain)
Roberto Bolaño. Entre paréntesis. Ensayos, artículos y discursos (1998-2003). Anagrama, 2013
Resumen de la editorial:
El centenar de piezas reunidas en este volumen configura algo así como una «cartografía personal» de Roberto Bolaño y lo que más se acerca a una especie de «autobiografía» fragmentada.Todas las piezas fueron escritas por Bolaño entre 1998 y 2003, en el periodo que va de la publicación de Los detectives salvajes hasta su muerte. Todas las escribió Bolaño «entre paréntesis» de su incesante actividad como narrador y como poeta, que inevitablemente resuena en una páginas, que a su vez, contribuyen a desvelar las claves de su talante como creador. Junto a la mayor parte de las columnas, artículos y reseñas que Bolaño publicó en la prensa de España y de Latinoamérica, se recogen aquí prólogos y otros escritos dispersos, así como los textos de algunos discursos o conferencias.Los libros de Bolaño acusaron desde muy pronto una marcada tendencia a circular, sin mayores problemas, de un género a otro. De ahí que este volumen, que tiene mucho de dietario en el que su autor anota lecturas (siempre perspicaces), recuerdos, conversaciones y anécdotas de todo tipo, se engarce con naturalidad con sus íntimos volúmenes de relatos y no deja de incluir pasajes netamente narrativos, junto a otros de carácter más ensayístico, o autobiográfico, o crítico, cuando no abiertamente polémico y visceral, en todo momento humorístico.Entre los ocho bloques en que se divide el volumen, de cuya edición se ha ocupado el crítico Ignacio Echeverría, ofrecen un particular interés los materiales agrupados bajo el título «Fragmentos de un regreso al país natal», su regreso a Chile en 1998, tras veinticinco años de ausencia. En «Tres discursos insufribles» se prolonga la vena impertinente y desinhibida del autor; mientras que en «El narrador en la intimidad» encontramos pistas sobre lo que el propio Bolaño llama su «cocina literaria».
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