Vidas de santos. Rodrigo Fresán
Primera palabra que se me ocurre, sin pensar demasiado: delirante. Después, retomar las palabras del propio Rodrigo Fresán en sus agradecimientos: se trata de una "novela desarticulada". Y, abonando la primera palabra que se viene a mi cabeza, dice Fresán:
lo que me interesaba entonces y me sigue interesando ahora en este libro era el jugar con el simbólico y ambiguo lenguaje de lo divino poniéndolo al servicio de historias terrenas pero no por eso sobrenaturales. Historias en las que Dios funciona, si, como un literal y literario Deux Ex Machina al servicio de una suerte de escritura apócrifa y alucinógena de los de por sí alucinantes evangelios mientras intentaba ubicar el esquivo gen o la zona del cerebro que determina el reflejo más o menos automático de creer.
Uf. Fresán confiesa tener cero educación religiosa. Yo tuve unos pocos años pero suficientes para seguir desandándolos en terapia...
Entonces: uno) delirante (como siempre con Fresán, ya lo había dicho). dos) también ya dicho, pero todito Fresán es una gran gran novela para armar. tres) que no se corte amigo Rodrigo. cuatro) si por algo me demoré en leer este libro es porque hasta donde sé, es el último que me quedaba por leer. Quiero más, Fresán!!! cinco) algún día, debería releer a todos los fresanes por orden de aparición, cosa que hice con mucho placer hace tiempo con Juan José Saer. Entonces, tal vez, la novela para armar adquiera un sentido diferente (no más sentido, uno diferente, quizás más global, quién sabe). seis) quiero urgente otra novela de Fresán.
Rodrigo Fresán. Vida de santos. Debolsillo, 2007
Me queda la alegría de pensar que yo tengo TODO Fresán por leer (y creo que eso te dará un poco de envidia) ;)
ResponderEliminarUn abrazo
Claro! Soy una persona muy envidiosa!!!
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