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Cuentas pendientes. Martín Kohan
Dos o tres cositas sobre Cuentas pendientes y los párrafos que decidí compartir.
Leí unos cuantos Kohan: el que más me gustó fue Ciencias morales; Bahía Blanca me pareció muy bien.
Tiene varias aristas este libro. Parece que estuviese siempre atajándome diciendo que no hago críticas, y caigo otra vez en esa sensación, pero lo aclaro una vez más: lo que subrayo de mis libros tienen que ver con mi experiencia personal con cada historia, o con cómo leo yo (en sentido amplio) una novela o un ensayo o unos cuentos.
Bien; de Cuentas pendientes voy a dejar de lado lo que resulta más obvio: Giménez es un pobre tipo y un hijo de puta; el Dueño, un boludo importante. Pero lo que decido compartir de este libro son recuerdos de cosas que he vivido, o he visto en familiares, vecinos, conocidos, etc. Cosas que una se ha ido cruzando a lo largo de la vida y que a mí me sigue maravillando encontrarlas en una novela, porque cuando una las vive o las ve le parecen tan insignificantes y sin embargo puestas así, en las páginas de un libro, me sigue resultando una cosa inesperada y que no puedo dejar de compartir.
Martín Kohan. Cuentas pendientes. Anagrama, 2010
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