Andamos huyendo Lola. Elena Garro
Elena Garro es una de mis debilidades y en estos cuentos, que pueden conformar una novela, leí entre otras muchas cosas un poco de la vida desquiciada de la propia autora.
México, Madrid, Nueva York y huidas perpetuas, un entrar y salir de la miseria material y humana que pueblan el mundo hostil que Garro padeció y describió con maestría.
4/5🎗Sinopsis de la editorial:
La situación de Elena Garro es curiosa, muchas veces se la conoce más por su vida que por su obra. Es cierto que a los 17 años se casó con Octavio Paz –con quien tuvo una hija–, y que más tarde fue amante de Bioy Casares. También que luego de su desempeño político durante la Masacre de Tlatelolco, en México en 1968, su nombre adquirió cierto halo maldito que la llevó a un voluntario exilio. También que era bella como pocas y que amaba a los gatos locamente. Y también, llegando ya a su obra, que Borges, Silvina Ocampo y el propio Bioy Casares publicaron un texto suyo en la segunda edición de la célebre Antología de la literatura fantástica.
Pero ante todo, Elena Garro es una de las más grandes escritoras latinoamericanas del siglo XX.
Los relatos de Andamos huyendo Lola valen como demostración: pequeñas obras maestras sobre la relación entre literatura y paranoia, sobre el huir real de un Estado imaginario, sobre la potencia de lo femenino versus el poder destructor de lo masculino.
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